El 28 de diciembre despertábamos con la noticia del suicidio de una joven en una pequeña población de 4500 habitantes, Navas de San Juan. Pero no era un simple suicidio, no era un suicidio más de los que llenan las estadísticas, sino fue un suicidio inducido, provocado. Inducido por un grupo de personas que acosaban y ciberacosaban a esta joven, que le hacían la vida imposible tanto en redes sociales, en su teléfono y empapelando el pueblo con carteles.
De nada sirvieron las 4 denuncias que presentó ella y su familia, ratificadas el 21 de diciembre ante el Juzgado, siete días antes de que decidiera quitarse la vida, pero poco o nada se hizo, porque hubiera sido muy fácil hacer un seguimiento de los ciberacosadores y quizás dar con ellos, pero todo quedó en nada, ni investigados, ni detenidos ni nada de nada.
Pero es tan fácil con un simple requerimiento policial, el juez hubiera concedido el saber por parte de la operadora quien realizaba las llamadas con número oculto, porque no vulnera los derechos del art 18 de la Constitucion a la intimidad y el secreto de las comunicaciones, que son los que se vulneran en una escucha telefónica, y se hubiera sabido los que realizaban las llamadas.
¿Por qué no se hizo ese requerimiento policial después de 4 denuncias y la ratificación en el juzgado? Quizás habrá que preguntar a los responsables de la investigación y habrá que preguntar porque después de justamente un mes aun no se ha hecho.
Pero si se hubiera intentado hacer algo rastro queda de sobra, para crear cuentas hacen falta correos electrónicos, hacen falta teléfonos, hacen falta confirmaciones, se deja muchísimo rastro en la red y más si desconoces el funcionamiento de ocultación y muy espavilad@s seguro que no eran esos delincuentes acosadores, por lo que estoy seguro que hasta creaban los perfiles desde sus propios móviles y creaban los correos desde sus propios móviles hecho que los vinculaba a su número de teléfono real, pero claro cuando las fuerzas policiales de un pueblo no están preparadas pues hubieran trasladado al equipo de delitos telemáticos del CNP que están más que preparados, pero quizás se quedó archivado en el juzgado esperando que se resolviera solo.
Pero lo peor viene ahora, después de su muerte, los que hemos vivido en pueblos pequeños sabemos como va todo, se sabe todo de todos, todos saben lo que hacen todos, prácticamente no hay secretos, pero ante este “homicidio” porque lo llamaría así, resulta que nadie sabe nada, el pueblo se ha quedado mudo.
Si que fueron en apoyo a la familia para manifestarse, según algunos medios unas 700 personas (de 4500 habitantes), pero me imagino lo sola que se debe sentir la familia al ver que tus vecinos, nadie ha dado una sola pista, nadie sabe nada y todos saben quienes son.
Ahora bien cuando el alcalde del pueblo sufrió un ataque en su vivienda en el que prendieron fuego en la entrada de su casa, ahí todo el pueblo se volcó en apoyarle, enseguida tenían pistas y posibles culpables, ¿qué curioso verdad?
Comparemos los hechos, el 14 de noviembre es el ataque a la vivienda del alcalde, un ataque concreto, en una hora concreta, que se produce de madrugada, sin que nadie vea nada, sin cámaras por el pueblo, sin pistas y de repente todo el pueblo sabe algo y todo son pistas e indicios y el 19 son detenidos dos jóvenes
Ahora bien, el caso de Nieves, un acoso constante en el tiempo durante más de 6 meses, colgando carteles por el pueblo, en los parabrisas de los coches, un ciberacoso constante en redes sociales, en el teléfono, 4 denuncias, ni una investigación, más de 6 meses y nadie sabe nada, nadie vio colgar carteles, nadie sabe quien acosaba quien instigaba en redes, quien seguían a esas cuentas, ni de donde provenian las llamadas, nada de nada.
¿Curioso verdad?
¿Y si hablamos de números?
Así son las cosas:
“Ataque alcalde Navas de San Juan”
Resultados en google:
“Suicidio Navas de San Juan”
No hace falta comprar mucho más la importancia de un caso y el otro, podríamos comparar el tiempo dedicado en televisión a un caso y al otro, lo peor es que ha caído en el olvido, porque lo último que aparece en la red es de cuando sucedió, nadie más ha hablado ni se ha acordado de todo esto. Me pregunto como se puede olvidar el ciberbulling, como se puede olvidar el acosar una persona a la que ella misma pregunto a sus acosadores:
¿Qué queréis de mi? a lo que l@s ciberacosadores respondieron con ☠
Más que un ciberacoso es un homicidio diga lo que diga la ley y si buscas en la red ya no se ha vuelto hablar del caso en ningún lado, ha quedado en el olvido, ni hay investigación, ni hay detenidos, ni interrogados. La familia tiene sospechas, claro no va a decir que está segura delante de las cámaras, porque toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero….
He intentado localizar algún familiar durante este tiempo, pero no me ha sido posible, una lástima porque cuanto más pasa el tiempo más pistas se borran de la red, una lástima, ya que igual hubiéramos podido aportar nuestro granito de arena en la investigación.
Recordad una cosa:
En el bulling y en el cyberbulling hay dos culpables: el que acosa y el que lo sabe y no lo dice. Piénsalo
Hago este post para que siga en el recuerdo y no se olvide el caso, que no se olvide que los asesinos andan sueltos, buscando como hienas quien será la próxima víctima, pero estaremos al tanto nosotros somos el leon